(véase Hechos 8:26–40). Cuando le faltaba sabiduría, oraba para recibirla. No vacilaba en su creencia y Dios honró su fe al darle la sabiduría que él le pidió. Por consiguiente, este hombre pudo guiar a miles de personas a Cristo. La dirección de Dios es una maravillosa clave al éxito en todos los aspectos de la vida. Recuerde que Pedro y los otros pescadores trabajaban toda la noche sin pescar ningún pez (Véase Lucas 5:1–11). No obstante, cuando Jesús les dio dirección, tuvieron gran éxito. Cuando
Page 45